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El deporte, importante pilar de una estrategia efectiva contra la COVID-19

El confinamiento obligó a los gimnasios a permanecer cerrados durante semanas y a reinventarse en su reapertura para no perder a su clientela, incorporando medidas de seguridad como la separación de máquinas mediante mamparas.

La Fundación España Activa ha elaborado un manifiesto para evidenciar la importancia del deporte en la lucha contra la COVID-19, ya sea a modo de prevención como a la hora de recuperarse tras haberse infectado, y reconoce además la contribución activa y positiva de los centros deportivos.

Se considera a las instalaciones deportivascomo un instrumento integral y fundamental de protección de la población frente a la pandemia y la necesidad de que se mantengan activos y accesibles durante la crisis.

En el documento, creado por el Observatorio de la Fundación y coordinado por su director, el doctor Alfonso Jiménez, bajo la supervisión del también doctor Ángel Gil, tiene como principal objetivo poner en valor la labor del sector deportivo como cuarto pilar en la estrategia de Salud Pública contra la COVID-19, sumado a la distancia social, la higiene constante de manos y el uso de mascarilla de protección.

Dos puntos a tener en cuenta

  1. La práctica de ejercicio es un factor fundamental de protección contra la enfermedad y sus posibles consecuencias, puesto que refuerza el sistema inmunológico y reduce los factores de riesgo asociados (enfermedades respiratorias, cardiovasculares y metabólicas, con especial atención a la obesidad y sus complicaciones).
  2. Los centros deportivos han sido pioneros a la hora de desarrollar un protocolo estricto sobre las medidas de desinfección y actuación contra el coronavirus. No se han detectado focos de contagio significativos y, en los casos puntuales, los sistemas de trazabilidad y seguimiento de sus usuarios han facilitado la actuación de los equipos sanitarios.

Los datos que apoyan su mensaje

Estas reivindicaciones se apoyan en los datos epidemiológicos que indican que las personas físicamente activas tienen menos probabilidades de reportar síntomas de la enfermedad. Las evidencias demuestras que el ejercicio puede proteger al deportista de muchos tipos de infecciones virales y la reactivación de infecciones latentes.

La investigación ha demostrado que el ejercicio realizado a intensidad moderada (del 65-80% del consumo de oxígeno máximo) realizado de una manera regular (cumpliendo o excediendo las recomendaciones oficiales de 150 minutos/semana), produce una serie extensa de respuestas positivas, incluyendo efectos beneficiosos concretos sobre la capacidad de respuesta inmune frente a la infección.

En un estudio que se ha realizado en Inglaterra por parte del ukactive Research Institute, se ha analizado el número de casos positivos de COVID-19 en relación con el número de visitas a diferentes centros deportivos de todo el país. El resultado es que la tasa de casos positivos por cada 100.000 visitas es de 0.34.

Fuente original del artículo efe.com

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